En el Rincón Aquel
tantas noches, ahora me he sentado
a caminar. La cuja de los novios difuntos
fue sacada, o talvez que habrá pasado.
Has venido temprano a otros asuntos
y ya no estás. Es el rincón
donde a tu lado, leí una noche,
entre tus tiernos puntos
un cuento de Daudet. Es el rincón
amado. No lo equivoques.
Me he puesto a recordar los días
de verano idos, tu entrar y salir,
poca y harta y pálida por los cuartos.
En esta noche pluviosa,
ya lejos de ambos dos, salto de pronto...
Son dos puertas abriéndose cerrándose,
dos puertas que al viento van y vienen
sombra a sombra.
Poeta y Escritor Peruano |
Mentira
Mentira. Si lo hacía de engaños,
y nada más. Ya está. De otro modo,
también tú vas a ver
cuánto va a dolerme el haber sido así.
Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
pero yo también he sido así.
A mí, que había tanto atisbado si de veras
llorabas,
ya que otras veces sólo te quedaste
en tus dulces pucheros,
a mí, que ni soñé que los creyeses,
me ganaron tus lágrimas.
Ya está.
Mas ya lo sabes: todo fue mentira.
Y si sigues llorando, bueno, pues!
Otra vez ni he de verte cuando juegues.
Hay un Lugar
Hay un lugar que yo me sé
En este mundo nada menos,
A donde nunca llegaremos.
Donde, aún si nuestro pie
Llegase a dar por un instante
Será, en verdad, como no estarse.
Es ese sitio que se ve
A cada rato en esta vida,
Andando, andando de uno en fila.
Más acá de mí mismo y de
Mi par de yemas, lo he entrevisto
Siempre lejos de los destinos.
Ya podéis iros a pie
O a puro sentimiento en pelo,
Que a él no arriban ni los sellos.
El horizonte color té
Se muere por colonizarle
Para su gran cualquiera parte.
Mas el lugar que yo me sé,
En este mundo, nada menos,
Hombreado va con los reversos.
-Cerrad aquella puerta que
Está entreabierta en las entrañas
De ese espejo. -¿Está?- No; su hermana.
-No se puede cerrar. No se
Puede llegar nunca a aquel sitio
Do van en rama los pestillos.
Tal es el lugar que yo me sé.
César Abraham Vallejo Mendoza
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