Jeremy
Mann retrata pincela lo cotidiano, paisajes
urbanos cargados de melancolía expresión en movimiento propia de una ciudad .El
misterio de las calles oscuras de San Francisco
y Nueva York traducido a través de pinturas en aceites (oleos), sus postales inconfundibles donde las luces se reproducen sobre el
asfalto mojado como el reflejo de espejo.
Jeremy
utiliza una amplia gama de técnicas el
uso de solventes para limpiar la pintura, y la aplicación de amplias marcas,
arenosas con un rodillo de tinta, crea esos efectos visuales únicos que
contribuyen y refuerzan el mensaje y la
idea de paisaje urbano que desea trasmitir el artista al espectador.
La
cuidad que nunca duerme y eso es lo que este majestuoso y virtuoso artista trasmite , parece
un hermoso sueño nocturno del que nunca tienes ganas de despertar .Pareciera
que hasta el olor propio de la cuidad se sintiera a través de sus pinturas atmosféricas.
Despierta
todos los sentidos, hasta imagino el claxon de los autos y el bullicio de la gente
por las calles. Solo un artista con talento y una visión pueden retratar una imagen de tanta belleza cuando la cuidad parece un corazón
que late con prisa y sin pausa.
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