Poesía China
Tormenta Maldije a la
lluvia que, azotando mi techo, no me dejaba dormir. Maldije al viento que me
robaba las flores de mis jardines. Pero tú llegaste y alabé a la lluvia. La
alabé cuando te quitaste la túnica empapada. Pero tú llegaste y alabé al
viento, lo alabé porque apagó la lámpara.
Mudanza de casa Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios. Había escuchado que muchos hombres
simples vivían allí, con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y noches.
Durante muchos años este fue mi deseo, y hoy voy a realizar mi tarea. Una
cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa, todo lo que quiero es una cama y un
colchón. Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme, discutiremos vociferando
acerca de los tiempos de la antigüedad, disfrutaremos leyendo juntos escritos
raros, y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.
Tao Yan-Ming
Nocturno en barca Una
brisa susurra, ligera, entre los juncos; Abro la puerta: una lluvia de luna
inunda el lago. Los barqueros y los pájaros de las aguas sueñan juntos; Los
grandes peces huyen como rápidas raposas. En esta noche profunda cuando los
hombres y las cosas se ignoran, Sólo mi cuerpo y mi sombra se divierten juntos.
El oleaje nocturno dibuja versos de arenas en las orillas; La luna que cae
cuelga de los sauces como una araña suspendida. En esta vida de paso agitado,
en medio del tráfago del mundo, Una imagen etérea pasa a veces delante de
nuestros ojos, pero cuán fugitiva. El canto repentino del gallo, el sonido
lejano de una campana: los pájaros se dispersan. Oigo los tambores de los
pescadores que pactan el regreso.
Sou Che
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